domingo, 10 de junio de 2012

Globalización


Globalización y sus efectos

¿Qué es?


Este fenómeno se origina en el proceso de internalización de la economía, que se viene dando desde la segunda posguerra, entendiendo por internacionalización de la economía mundial un crecimiento del comercio y la inversión internacional más rápido que el de la producción mundial. La internacionalización económica tiene que ver además con la expansión del capitalismo como sistema económico a nivel mundial.

La globalización es un fenómeno dinámico, y en su desarrollo va generando contradicciones. Coexisten las fuerzas de la fragmentación y las fuerzas de la integración. Las primeras incluyen fenómenos como el nacionalismo, el narcotráfico, el proteccionismo económico, las migraciones internacionales y el terrorismo internacional. Entre las fuerzas de la integración se destacan la revolución en las comunicaciones, la globalización económica, la seguridad colectiva y la integración de las ideas.

Las nuevas tecnologías, la reorganización mundial del mercado de trabajo, afecta a todas las relaciones sociales involucradas; tanto a aquellas comprometidas en forma directa en la producción, distribución y comercialización de los bienes, como las comprendidas en las estructuras del consumo. Y, en esta dimensión particular, vienen a desplegarse nuevos universos simbólicos con el advenimiento de una comunidad internacional de consumidores.
Globalización se asocia, entonces, siempre a una doble significación. El término simboliza la esperanza en el progreso, la paz, la posibilidad de un mundo único y mejor y, al mismo tiempo, representa dependencia, falta de autonomía y amenaza. Para los países de América Latina, especialmente Argentina, este fenómeno en un período de crisis económica genera incertidumbre en la población. El creciente número de habitantes desempleados, sin perspectivas ni proyectos a corto plazo constituyen el terreno propicio para el desamparo y desprotección de la niñez.
Sus consecuencias
En definitiva, este es un tiempo en el que se promueve incesantemente los valores del mercado, como la competencia, la productividad y el pragmatismo, mientras se dejan de lado o minimizan otros, de perfil social o comunitario. Es así como observamos una pérdida de peso de valores e ideales, signos de violencia crecientes, un descreimiento colectivo en la justicia de los hombres, un adelgazamiento de la perspectiva solidaria, un consumismo exacerbado como razón social hegemónica, el incentivo a la satisfacción inmediata y la cultura de vivir el momento junto a la escasez de oportunidades sociolaborales. Un sentimiento de escepticismo generalizado revela un clima de época para el que el estado de las cosas no puede ser transformado positivamente.

Globalización en México


La globalización en México también ha traído consecuencias en lo económico, lo político, en lo social y en lo cultural. En lo económico, por ejemplo: debido a que ante las nuevas reglas de competencia las empresas se ven llamadas a "buscar formas para aumentar sus ventajas comparativas", las primeras líneas de acción que se han tomado han sido la reducción de los niveles salariales, la modificación de las reglas del mercado laboral, la reducción de las cargas fiscales para los inversionistas y productores, y su aumento para los consumidores.
En cuanto a las consecuencias sociales que en México la globalización provoca podemos enumerar en primer lugar el aumento en la migración de la gente de campo que no encuentra oportunidades de trabajo y empleo en sus regiones, así como el incremento de la competencia al interior de la Nación entre regiones rivales y el consecuente debilitamiento de los lazos de solidaridad hacia los espacios del territorio nacional que estén en desventaja.
Culturalmente, la globalización podría "pasar de lado por el México multicultural, sin modificar su actual estado de marginación económica y social" (primera hipótesis), o repercutir en las comunidades étnicas de dos maneras opuestas (segunda hipótesis). La primera prevé la desintegración y/o disolución de las diferentes culturas, ya sea mediante el despojo de sus territorios o por la creciente migración urbana. La segunda pronostica la reintegración al proceso de modernización "a partir de la incorporación creativa de la innovación y de un cambio selectivo, económico y cultural, desde la lógica de su propia identidad".
En lo político la globalización repercute principalmente provocando nuevos cuestionamientos al concepto de soberanía y nuevas y mayores presiones exteriores que modifican radicalmente a los Estados-Nación.

Opinión
La globalización no es otra cosa que el levantamiento de las barerras que le impedían a las empresas multinacionales entrar, actuar y trabajar libremente en cada uno de los países. La globalización es para las empresas multinacionales, no es para las personas. Las personas no pueden trabajar libremente donde quieran; no las dejan. Así las cosas, las empresas entran, actuan y trabajan libremente en aquellos países donde menores salarios deban pagar; las empresas automotrices, por ejemplo, no se radican en países del Tercer Mundo por razones sociales; lo hacen para producir el mismo automóvil a un costo muchísimo menor que en sus propios países, aumentando las ganacias. Las personas, en cambio, no tienen la posibilidad de buscar trabajo en los países que mejores salarios pagan; si lo hacen, son expulsados, declarados ilegales, detenidos, tratados casi como delincuentes. Esa forma de actuar fomenta, claramente, las desigualdades.

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